sábado, 17 de mayo de 2008

Farola.



En realidad este post lo debería hacer Luisa, ya que fue ella la que hizo la farola y a la que se le ocurrió la idea, pero como no está muy por la labor últimamente, pues lo pongo yo. (A ver si en verano la lío para que haga estas cosas ella misma)

Así que empezamos. En general hacemos fiesta en Halloween, y preparamos decoración casera, ya he puesto más posts sobre el tema en el blog, por ejemplo, el del Cortador de hilo caliente que usamos para hacer las lápidas, o el de la Lámpara candelabro.

Esta vez, Luisa, que es muy aficcionada a los libros (y pelis) de fantasía, se inspiró en las Crónicas de Narnia y decidió que una farola del estilo del de la película quedaría estupenda, y se puso manos a la obra..... y como ya teníamos idea de ir poniendo estas cosas en el blog, fue sacando fotografías del proceso.

Así que empezamos. Antes de nada, los ingredientes.

Necesitaremos un tubo y un cubo para hacer el cuerpo y la base. Otro cubo, más pequeño y transparente para la parte de la luz, platos de plástico, listones de madera, un par de pelotas pequeñas de goma, algo para hacer un pequeño tejadito, cinta aislante negra, y pintura negra también.



El tubo es de un rollo de mantel. A lo mejor no caeis en un principio, pero os explico. Es típico encontrar en las tiendas de todo a 100 un tipo de manteles con acabado plástico, suelen tenerlos en rollos y se compran por metro, os cortan la medida que querais. Suelen tenerlos con distintos acabados, y suelen tener distintos rollos.
Este tubo de cartón es en el que van enrollados los manteles, y cuando se termina el mantel, pues tiran con él. Luisa aprovechó y se quedó con uno. Son largos (sobre metro y medio) y bastante sólidos, además de muy ligeros.
Si no encontrais este tipo de tubos, cualquier tubo de plástico o de cartón de unas medidas similares y que sea sólido os servirá. No os recomiendo usar tubos metálicos, pesan mucho y cuesta mucho trabajar con ellos, y esta farola es un adorno de interior, por lo que no vale la pena el esfuerzo.

El cubo transparente no recuerdo exactamente de qué era, pero era una de estas dos: Un cubo de palomitas (los tienen en algunos lados, en plan cubo con tapa y asa llenos de palomitas hasta arriba, para los muy palomiteros en el cine, o que no se comen todas las palomitas de golpe y quieren guardarlas) o si no, un cubo en el que vienen las gominolas. Las tiendas de chucherías compran las gominolas en tarros grandes, y en ocasiones esos tarros tienen esa forma de cubo transparente.
Así que, o bien os comprais uno de esos cubos de palomitas, y os veis un par de pelis, o vais a la tienda de chucherías más cercana y le pedís que os guarden uno de esos cubos. Como depende de tiendas y de marcas, a lo mejor os cuesta encontrar un cubo de estas características. Más abajo pondré otro método para hacer la parte de arriba de la farola, que utiliza materiales más comunes (aunque lleva un poco más de trabajo)

También se ve en la foto una especie de cono negro. Será el tejado de la parte de la luz de la farola. Luisa encontró una tapa de chimenea metálica, que además de estar ya pintada de negro era justo del tamaño que necesitaba, así que ya utilizó esa. Vosotros podeis hacer un cono con cartón, acetato, o lo que tengais a mano, y luego lo pintais de negro.




Los cubos. Son cubos de los normales de toda la vida, a los que se ha quitado el asa. Luisa cogió dos, para dar estabilidad, pero en realidad con uno es suficiente; eso sí, la farola no se aguantará únicamente con el cubo, pero eso ya lo explicaré luego.




Cuatro palitos, del alto del cubo que vayamos a utilizar para la parte de la luz, y un poco gordos, para que se vean. Da igual que sean redondos, cuadrados... podeis buscar un listón largo, y cortar cuatro trozos de la misma longitud.



Otro listón, este más largo, sobre 40 o 50 centímetros, y dos bolas de goma o espuma, de las pequeñitas. Considero que este listón queda más bonito si es redondo.
Luisa consiguió uno largo, y cortó trozos para hacer esto, y para la parte de la luz.



Unos platos de plástico de los normaluchos de toda la vida, uno grande y otro pequeño. Posiblemente con el grande sea suficiente, pero con los dos quedará más estable la cosa.

Supongo que ya se habrá fijado casi todo el mundo que muchas de las piezas ya estaban pintadas de negro cuando se sacaron las fotos... excepto el cubo transparente, que debe ser transparente, el resto de las piezas van de negro.

Pues bien, empezamos por el montaje, vamos a ir de abajo hacia arriba.

En primer lugar hacemos un agujero en el centro del culo del cubo, del diámetro del tubo que tengamos. La idea es que el tubo encaje ahí. El cubo boca abajo será la base de la farola, y el tubo será el cuerpo.
Si lo probais vereis que sí, se aguanta en pie, pero es muy inestable, así que hay que hacer algo más para que eso aguante bien.
En nuestro caso, aprovechamos una plancha de poliestireno y cortamos un círculo, del tamaño de la boca del cubo, y se lo encajamos a modo de tapa. Luego, en ese círculo de poliestireno hicimos un agujero del tamaño del tubo, y por último encajamos todo junto. De ese modo, el tubo va sujeto en dos puntos, uno en el culo del cubo, y otro en el disco de poliestireno encajado en la boca del cubo.

Seguimos subiendo.
En la parte superior de la farola, como un palmo por debajo del extremo superior, hacemos un agujero en el tubo, y atravesamos el listón largo, procurando que quede horizontal y centrado.
Clavamos las bolas en las puntas del listón, y listo, ya tenemos terminada la parte de abajo de la farola, solo queda la parte de la luz.

La parte de la luz tiene un poco más de chicha, y además voy a explicar dos formas de prepararla.

Vamos a seguir de abajo hacia arriba, así que empezamos por la parte que se junta con el tubo.

Primero hacemos un agujero en el centro de los platos, del tamaño de un rollo vacío de papel higiénico, y pintamos los platos, y el rollo vacío de negro.


Después los pegamos como se ve en esta foto:


El plato pequeño está pegado sobre el grande, boca abajo, el rollo de papel higiénico los atraviesa, y está cortado en lenguetas en la punta, para pegar el rollo al plato y que no se mueva.

La idea es que esta base irá encajada en el hueco del tubo principal. En nuestro caso el rollo de papel higiénico era justo del tamaño apropiado. Si vuestro tubo tiene otras medidas quizás tengais que improvisar algo.

Ahora, sobre esta base irá lo que en una farola de verdad sería la parte de cristal
Para eso vamos a utilizar el cubo transparente.
El cubo llevará colocados los palos cortos, a modo de soportes. Los podeis pegar con cinta aislante negra, y usarla no solo para fijar, si no también para decorar.
La cosa queda más o menos así:


Esto va colocado encima de la base hecha con platos:


Se fija bien, usando pegamento, cola térmica o cinta aislante, se adorna un poco con la propia cinta, ponemos dentro la vela o la bombilla y se le coloca el tejado.
Una cosa muy importante si vais a poner una vela dentro. Las velas (las llamas en general) arden quemando oxígeno, si las poneis en un sitio cerrado, en muy poco tiempo consumen todo el oxígeno y se apagan. Esto significa que el tejado tiene que estar un poco separado de los bordes, para que pueda entrar aire.

Por último, toda esta parte se encaja en el tubo, y listo, ya tenemos nuestra farola preparada.



Sencilla, barata, rápida de hacer, y muy vistosa. Por supuesto, se podría adornar con más cosas, pero eso ya queda a gusto de cada uno dependiendo de sus ganas, su tiempo libre, y su habilidad artística.



Y ahora en plan post-data, otro modo de hacer la parte de arriba.
Esta parte no la llegamos a hacer, con lo que no hay fotos, pero pondré dibujitos para que se entienda.



La idea es hacer una farola más cuadrada en vez de esta redonda, que da el pego y queda bien.
Para eso, vamos a utilizar para los lados, planchas de acetato. Es muy fácil conseguirlas en algún sitio donde enmarquen fotos. En general los marcos llevan un cristal, pero para según qué cosas, en vez de cristal usan acetato, que lo podeis cortar en casa, con mayor o menor dificultad.

No hace falta que el acetato sea muy gordo con tal de que os de suficiente rigidez para montarlo. Con 1 milímetro de espesor ya os sobra.

En total harán falta 9 piezas, podeis hacerlas todas con el mismo acetato, o hacer de acetato solo las paredes, y la base y el tejado hacerlas con cartón o con lo que sea; esas partes van pintadas, así que da igual qué material utiliceis.

Las plantillas serían estas más o menos. Probad a recortar en un folio o en una cartulina antes de meteros con el acetato para buscar las proporciones que os gusten.


Tendreis que hacer cuatro de cada. Cuatro paredes y las cuatro partes del tejado.

Para cortar el acetato, buscad algo sólido y recto que podais utilizar como regla. Un listón o algo parecido sirve perfectamente. Ahora lo colocais por donde querais hacer el corte, y con un cuchillo o navaja marcais. No intenteis cortar hasta el fondo, ya que es muy complicado, pero sí que tiene que quedar un surco visible.
Una vez marcada la línea, partís el acetato, como si fuese una tableta de chocolate. O sea, apoyais el acetato en una mesa, con la raya marcada un poco por el exterior de la mesa, fijais con una mano a la mesa, y con la otra tirais hacia abajo de la parte que quereis cortar, hasta que hace clack, y se rompe por la línea.

Los bordes irán tapados, así que no pasa nada si no quedan demasiado bonitos. Eso sí, procurad que queden rectos.

Si os fijais, con este método hacer las muescas que tienen las paredes en la parte de arriba es muy complicado. No pasa nada. Esas muescas tienen la única función de separar el tejado para que haya ventilación. Podeis recortar la pieza con el borde recto, y luego pegarle las muescas, o buscar otro sistema para levantar el tejado.

Con el tejado hacemos una pirámide. La pegamos como queramos, y luego le pasamos la mano de pintura para que quede homogénea.

Para la parte de abajo, montamos más o menos así:


Usamos cinta aislante o pintura en los bordes, de modo que todas las aristas queden en negro

Ahora solo nos queda hacer la base, que será cuadrada. Apoyamos las paredes en la base, el techo en las paredes, y todo el conjunto en el tubo principal. Lo mejor es improvisar algún sistema como el del rollo de papel higiénico para que todo quede bien fijado, o utilizar mucho pegamento o cinta aislante.


Y con esto terminamos la farola, ahora sí, definitivamente. Espero que os sirva para esas fiestas que a partir de ahora estarán un poco más decoradas.

4 comentarios:

  1. Lo cierto es que tengo especial cariño por esta creación. Me siento parte imprescindible sin la cual esta obra no habría sido posible.

    Sí, yo contribuí a proporcionar los rollos de papel higiénico vacíos. Una dedicación diaria, continua, de varias semanas.
    Pero el esfuerzo salta a la vista que valió la pena y me siento orgulloso de los resultados.

    Buen trabajo muchachos.
    Un saludo.

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  2. La ayuda siempre es bien recibida, y es de buenas personas ser agradecidos...... pero te estás confundiendo de proyecto XD

    Este apenas utiliza rollos de papel higiénico.... probablemente te estés confundiendo con el dragón o la serpiente, que estaban hechos casi completamente con ellos, o con el árbol que preparó una vez Luisa, del que no sé si tenemos fotos....

    Cuando pueda pondré al menos el cómo se hacen el dragón y la serpiente con los rollos vacíos de papel higiénico, y me ocuparé de que se lleve el mérito quien corresponda, que juntar tantos rollos lleva mucho tiempo XD

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  3. Vaya... qué equivocación.
    Ocurre como con nuestros impuestos, que no sabemos exactamente en qué acaban empleándose.
    En este caso la materia prima por mí contribuida tuvo otro destino, pero igualmente meritorio ¿eh? xD

    Espero poder ver esas fotos.

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  4. Aisss, pero como os enrrollaís con tanto rollo de papel. Soy Luisa, la creadora de esta presiosa farola, pero que sin ayuda no hubiese resultado tan estable. Gracias. Bueno, ya que hay petición, buscaré esas fotos para hacer manualidades con rollos de papel higiénico. Así que a guardar rollos, ¡pero no malgastéis el papel!, que los pobres arbolitos quieren vivir.

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